¿Puedo hacer horchata de chufa en Thermomix? Receta y consejos

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Imagina abrir tu nevera y encontrar una jarra de horchata de chufa fresca, cremosa y 100% natural, hecha por ti. Ese sabor auténtico a Valencia, sin conservantes ni aditivos, está a solo unos pasos de tu Thermomix. ¿La horchata de brick no te convence y sientes curiosidad por prepararla en casa? Has llegado al lugar perfecto.

Esta no es solo otra receta de horchata. Es tu guía para dominar el arte de esta bebida milenaria, descubriendo todos los secretos que harán que tu versión casera deje a cualquier otra en el intento. ¿Comenzamos?

¿Por qué preparar horchata de chufa casera en Thermomix?

Seguro que lo has pensado: «¿Merece realmente la pena el esfuerzo si la puedo comprar hecha?». Es algo que tienes que valorar tú mismo, pero te damos 3 ventajas de la horchata casera:

  • Sabor personalizado: tú controlas la intensidad del sabor a chufa y el punto de dulzor. ¿Más cremosa? ¿Menos azúcar? Esta horchata será 100% a tu gusto.
  • Ingredientes transparentes: chufas, agua y azúcar (o su alternativa); pura, limpia y natural.
  • La Thermomix lo simplifica todo: la Thermomix no solo ahorra tiempo, sino que garantiza un resultado perfecto. Se encarga del triturado ultra-fino (clave para una textura sedosa) y de la mezcla homogénea, dejándote el colado como único trabajo «manual».

Claves antes de empezar

Un buen arquitecto no empieza sin unos cimientos sólidos. Y un buen horchatero, sin unas chufas bien escogidas y preparadas. Este es el paso más importante para el éxito.

¿Qué tipo de chufas es mejor usar?

Para la horchata tradicional, las reinas son las chufas secas. Son las que encontrarás en cualquier supermercado o herbolario y son perfectas porque tienen una concentración de sabor óptima, son estables y se conservan durante meses. Además, su textura es la ideal para remojar y triturar.

Las chufas frescas son una delicia, pero son de temporada muy corta, más perecederas y su sabor es diferente, menos intenso. Nuestra recomendación: ve a lo seguro y clásico con las chufas secas de calidad.

El lavado y remojo: paso imprescindible

¡No te saltes este paso! Lavar y remojar las chufas no es una sugerencia, es una obligación si quieres una horchata deliciosa.

El primer paso es poner las chufas en un bol y cubrirlas con agua. Lávalas moviéndolas con la mano y verás cómo sueltan tierra; escúrrelas y repite el proceso un par de veces hasta que el agua salga limpia.

A continuación, cubre las chufas limpias con agua abundante y déjalas en remojo entre 12 y 24 horas. ¿Por qué? Así se hidratan, se ablandan (facilitando un triturado fino) y se activan, desarrollando todo su dulzor natural y perdiendo posibles notas amargas.

Receta de horchata de chufa en Thermomix paso a paso

Llega el momento mágico. Sigue estos pasos y el éxito está garantizado.

Ingredientes

  • 250 g de chufas secas (ya lavadas y remojadas)
  • 1 litro de agua fría (mineral o del grifo filtrada, para un mejor sabor)
  • 100 g – 150 g de azúcar blanquilla (ajusta al gusto; puedes usar otros endulzantes)

El orden correcto de los pasos

  1. Escurre muy bien las chufas del agua de remojo.
  2. Colócalas en el vaso de la Thermomix. Tritura 1 minuto / Velocidad 10. El objetivo es pulverizarlas bien para extraer todo su sabor. Verás que se forma una pasta.
  3. Añade el litro de agua fría y el azúcar. Mezcla 2 minutos / Velocidad 8.
  4. Añade canela y limón al gusto para darle el toque de sabor mediterráneo que tanto nos gusta.

¡Y listo! Tu horchata en bruto ya está hecha. Ahora toca el siguiente paso crucial: el colado.

El colado: técnicas para una textura sedosa sin residuos

Este es el secreto de la textura aterciopelada. No uses la Thermomix para colar, obtendrías una horchata turbia y con poso.

Comparativa de métodos

Existen distintos métodos de colado y no todos ofrecen el mismo resultado.

El más clásico es mediante colador chino metálico fino. Tan solo tienes que verter la mezcla y presionar con una cuchara de madera o una espátula. El resultado es bueno, pero puede pasar algún micro poso.

También puedes utilizar una bolsa para leches vegetales, nuestra opción preferida, porque es el método más eficaz. Vierte la mezcla en la bolsa, ciérrala y exprímela sobre un bol. La horchata sale perfecta, sin un solo grumo y con una textura increíble.

El método tradicional es mediante una estameña, un tipo de tela de algodón específica. Es similar a la bolsa, pero requiere un poco más de manejo, pero merece la pena, porque ofrece un resultado excelente.

Cómo elegir y dosificar tu endulzante

El nivel de dulzor es algo sumamente personal y subjetivo. Por eso, aquí te damos un mapa para que elijas tu camino.

Azúcar blanco vs. azúcar de caña vs. panela

La opción más clásica, la que lleva la receta tradicional, es el azúcar blanco. No altera el sabor de la chufa, permitiendo que brille por sí sola, y da un color más claro a la horchata.

También puedes optar por añadir azúcar de caña (moreno o integral). Aporta un toque a caramelo y melaza, resultando una horchata con más personalidad y un color ligeramente ámbar.

Últimamente se utiliza cada vez más la panela, que aporta un sabor más intenso y terroso, que puede tapar un poco el sabor sutil de la chufa. Si la usas, disuélvela bien en un poco de agua caliente antes de añadirla.

Alternativas sin azúcar

¿Prefieres una horchata light o no puedes incluir azúcar en tu dieta? No te preocupes, también tienes opciones:

  • Stevia: usa extracto puro en líquido o en polvo para repostería. Ojo: es muy potente. Empieza con una punta de cuchara y ve probando.
  • Dátiles: retira el hueso de 4-5 dátiles blandos y añádelos al vaso junto con las chufas en el primer triturado. Endulzan de forma natural y aportan cremosidad.
  • Eritritol: se comporta como el azúcar, pero sin añadir calorías. Usa la misma cantidad que echarías de azúcar, ya que su poder endulzante es similar.

¿Qué puedo hacer con la pulpa de chufa que sobra?

Una vez que tengas tu horchata reposando en la nevera, aún tendrás el sobrante, la pulpa de la chufa que has pulverizado en el primer paso y has colado en el segundo. ¡No la tires! Es pura fibra y sabor. Aquí tienes algunas opciones para darle uso:

  • Secarla (en el horno a baja temperatura) y molerla de nuevo para obtener una harina de chufa, perfecta para repostería.
  • Añádela a tus batidos o bowls de yogur para un extra de fibra y sabor.
  • Mézclala con especias y dale forma para hacer unas deliciosas albóndigas veganas.

El toque final: cómo servir y disfrutar de tu horchata casera

El ritual importa. La horchata está deliciosa en cualquier situación y momento del día, pero para completar tu experiencia y elevarla al máximo, toma nota de estos consejos.

La temperatura ideal para disfrutarla es fría, pero no helada. Si está demasiado fría, adormece las papilas y no aprecias el sabor. Sírvela bien fresca de la nevera, y si quieres, añade un par de cubitos de hielo justo antes de servir (echar muchos hará que se agüe).

El fartón tradicional es un acierto seguro para acompañar tu horchata casera, pero ¿y si innovamos? Prueba con unos roscos de anís, un bizcocho esponjoso tipo sobao pasiego o, incluso, con unos barquillos de vainilla. ¡Un maridaje perfecto!

Horchata de chufa con Thermomix vs. comprada, ¿merece la pena el esfuerzo?

Llegados a este punto, no hay una única respuesta. Crear tu propia horchata te aporta el placer de crear algo con tus manos, de controlar lo que bebes y de saborear la autenticidad en cada sorbo. La Thermomix elimina la mayor dificultad (el triturado), convirtiendo el proceso en algo casi mágico: introduces ingredientes simples y obtienes oro líquido.

Ahora bien, en el mercado encontrarás multitud de opciones comerciales con todo el sabor tradicional y listas para consumir, como Chufi Maestro Horchatero; opciones light para aquellos que no pueden consumir azúcar, como Chufi Zero; e, incluso, sabores actuales y refrescantes, como Chufi Piña Colada o Chufi Frappé.