Quizás hayas disfrutado muchas veces de un vaso de horchata bien fría en una tarde de verano, pero ¿sabías que ese pequeño tubérculo que le da vida esconde un auténtico tesoro nutricional? La chufa valenciana es mucho más que el alma de nuestra bebida tradicional.
¡Las cifras hablan por sí solas! Este diminuto tubérculo mediterráneo aporta 3,4 mg de hierro por cada 100 gramos, prácticamente el doble que la carne roja y el pescado. Su contenido en fibra es igualmente impresionante: 17,4 g por cada 100g, superando ampliamente a los cereales integrales.
La versatilidad de este tubérculo subterráneo va mucho más allá de la tradicional horchata con agua, azúcar, piel de limón y canela. Tanto en su versión cruda como seca, la chufa puede transformar tu alimentación diaria de formas que quizás nunca imaginaste.
Descubriendo la chufa: más allá de la horchata
Desde las tumbas del Antiguo Egipto hasta las huertas valencianas, la chufa ha recorrido milenios manteniendo intacto su valor nutricional. Hoy, este pequeño tesoro mediterráneo comparte protagonismo mundial con superalimentos como la chía y la quinoa, pero su historia es mucho más antigua y rica.
¿Qué es la chufa y cómo se cultiva?
La Cyperus esculentus, conocida popularmente como juncia avellanada, produce bajo tierra estos pequeños tubérculos que conocemos como chufas. Su aspecto rugoso y color marrón terroso les ha otorgado el nombre de «tigernut» o nuez tigre en el mundo anglosajón.
La comarca valenciana de L’Horta Nord alberga el cultivo de chufa en exactamente 19 pueblos, donde las condiciones de suelo y clima mediterráneo crean el entorno perfecto para su desarrollo. El ciclo agrícola sigue un ritual centenario: plantación entre abril y mayo, cosecha desde noviembre hasta enero, seguida de un meticuloso proceso de secado que se extiende durante tres meses.
Tipos de chufa: cruda, seca y molida
La chufa llega a tu mesa en diferentes presentaciones según su procesamiento. La variedad cruda conserva toda la frescura del tubérculo recién cosechado, mientras que la seca reduce su humedad hasta el 11% mediante deshidratación controlada.
Cuando se tritura la chufa seca, obtenemos la versión molida, perfecta tanto para utilizarla como harina libre de gluten en repostería como para preparar horchata casera
Existe también una clasificación tradicional por su forma: la «llargueta» de aspecto alargado y la «ametlla» de forma más redondeada.
Propiedades nutricionales destacadas de la chufa
La chufa valenciana esconde en su pequeño tamaño un perfil nutricional que rivaliza con los mejores superalimentos del mundo. Descubramos qué la hace tan especial.
Por 100 gramos de chufas | |
Calorías | 409 kcal |
Hidratos de carbono | 409 kcal |
Proteínas | 6,1 g |
Grasas | 23,7 g |
Fibra | 17,4 g |
Vitamina E | 10 mg |
Hierro | 3,4 mg |
Sodio | 37,6 mg |
Magnesio | 87 mg |
Calcio | 69,5 mg |
Fósforo | 232,2 mg |
Potasio | 519,2 mg |
Arginina | 1404 mg |
- Con 17,4 gramos de fibra por cada 100 gramos, la chufa supera ampliamente a muchos alimentos considerados ricos en fibra. Esta fibra actúa como una esponja natural en el aparato digestivo, manteniendo el agua, generando sensación de saciedad y favoreciendo un tránsito intestinal saludable.
- Cada 100 gramos de chufa aportan 87 miligramos de magnesio, mineral que reduce la inflamación y ayuda a equilibrar los niveles de glucosa. Su contenido en hierro (3,4 miligramos) resulta esencial para el transporte de oxígeno en nuestro organismo. El calcio (69,5 miligramos) completa este trío de minerales fundamentales, fortaleciendo nuestros huesos desde el corazón del Mediterráneo.
- La similitud con nuestro preciado aceite de oliva es sorprendente. La chufa es rica en ácido oleico, el mismo tipo de grasa saludable que hace del aceite de oliva un tesoro nutricional. Estas grasas beneficiosas trabajan activamente reduciendo el colesterol LDL «malo» mientras aumentan el HDL «bueno».
- La naturaleza también ha dotado a la chufa con potentes antioxidantes. Su aceite concentra 10 mg de vitamina E por cada 100 g, un escudo natural contra el envejecimiento y las enfermedades cardiovasculares.
- La chufa ecológica contiene 1404 mg de arginina por cada 100g, un aminoácido que actúa como vasodilatador natural. Esta sustancia aumenta la producción de óxido nítrico, mejorando la presión sanguínea y optimizando la circulación.
¿Por qué decimos que la chufa es un superalimento?
Cuando los investigadores analizan la composición nutricional de la chufa, los resultados no dejan lugar a dudas: estamos ante un auténtico superalimento mediterráneo. Este pequeño tubérculo ha captado la atención de la comunidad científica por razones que van mucho más allá de su papel tradicional en la horchata.
Perfil nutricional completo
Los números hablan por sí solos: cada 100 gramos de chufa concentran:
- 409 kcal
- 42,5 g de hidratos de carbono
- 6,1 g de proteínas
- 23,7 g de grasas
Pero donde realmente brilla es en su riqueza mineral: 69,5 mg de calcio, 3,4 mg de hierro, 232,2 mg de fósforo y 519,2 mg de potasio.
Su contenido en vitaminas C y E proporciona potentes efectos antioxidantes, mientras que la arginina ofrece propiedades vasodilatadoras únicas.
Pero, ¿cómo se posiciona la chufa frente a otros alimentos considerados saludables? Los datos son reveladores. Supera ampliamente a los cereales integrales en fibra y deja atrás incluso a la soja.
Su contenido en hierro prácticamente duplica el de la carne roja y el pescado, superando incluso a las lentejas. El magnesio presente en la chufa triplica el del plátano y supera al aguacate.
¿Existen contraindicaciones al consumo de chufa?
¿Sufres de alergias alimentarias? La chufa te ofrece una ventaja considerable: no es un fruto seco sino un tubérculo, por lo que está libre de los alérgenos alimentarios más comunes. Tampoco contiene lactosa, fructosa ni gluten, convirtiéndose en una opción ideal para personas con intolerancias.
Eso sí, cuando compres horchata industrial, revisa siempre las etiquetas. Algunos fabricantes añaden frutos secos para potenciar el sabor, algo que nunca encontrarás en la auténtica horchata valenciana de Chufi.

Recomendaciones para personas con problemas digestivos
¿Te preocupan las digestiones pesadas? La chufa puede convertirse en tu aliada gracias a su contenido en enzimas como amilasa y lipasa, que facilitan la digestión.
Si padeces hipertensión, hepatopatía crónica o insuficiencia renal leve, la chufa y la horchata no presentan contraindicaciones conocidas. Su perfil nutricional mediterráneo la convierte en una opción segura para la mayoría de personas.
Cantidad diaria recomendada
La ración ideal es de 20 gramos diarios (aproximadamente 25 chufas), equivalente a solo 82 kilocalorías. Esta cantidad resulta perfecta como tentempié entre horas o para enriquecer tu desayuno.
¿Eres diabético? Ten precaución con la horchata comercial por su contenido en azúcares añadidos o elige Chufi Zero, sin azúcares añadidos y perfectamente segura para ti. Además, las chufas secas hidratadas son aptas en cantidades moderadas.

¿Cómo incorporar la chufa en tu dieta diaria?
La chufa valenciana ha sabido reinventarse sin perder su esencia tradicional. Más allá de nuestra querida horchata, este pequeño tubérculo te abre un mundo de posibilidades culinarias que respetan la tradición mientras abrazan la innovación.
- Harina de chufa en recetas sin gluten: galletas, panes artesanales, tartas y pancakes adquieren una textura única y un valor nutricional superior cuando incorporas esta harina mediterránea.
- Smoothies, barritas y postres con chufa se han convertido en los favoritos de los deportistas y amantes de la vida saludable.
- Ensaladas o mueslis caseros pueden incorporar chufas secas junto a frutos secos de temporada.
Beneficios de la chufa para la salud
¿Sabías que este pequeño tesoro mediterráneo esconde beneficios terapéuticos respaldados por la ciencia? Los investigadores han confirmado lo que las familias valencianas conocían desde hace siglos: la chufa es mucho más que un ingrediente delicioso.
- Mejora la digestión y regula el tránsito intestinal gracias a su extraordinario contenido en fibra. Además, contiene enzimas como lipasa y amilasa que facilitan la digestión y reducen la flatulencia.
- Aumenta la presencia de bacterias beneficiosas como Faecalibacterium y Bifidobacterium. ¡Imagínate el potencial de este superalimento valenciano!
- Ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial gracias a su perfil lipídico, sorprendentemente similar al aceite de oliva.
- Su bajo contenido en sodio combinado con su riqueza en potasio la hace ideal para personas con hipertensión.
- Actúa como vasodilatador natural gracias a su contenido en arginina, mejorando la circulación sanguínea.
- Los carbohidratos de la chufa son principalmente almidones resistentes que se digieren lentamente, contribuyendo a mantener estables tus niveles de azúcar en sangre, eliminando los picos de glucosa.
- Aliada en dietas veganas y sin lactosa: la chufa y sus derivados están naturalmente libres de lactosa, gluten y fructosa, por lo que son la opción perfecta para personas con intolerancias alimentarias.
Tanto si ya conocías las propiedades de la chufa como si las estás descubriendo ahora, este pequeño tesoro valenciano te invita a formar parte de una tradición gastronómica milenaria que se adapta perfectamente a las necesidades nutricionales actuales. La chufa conecta nuestras raíces mediterráneas con un futuro más saludable y sostenible.